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lunes, 28 de junio de 2010

Desproporciones


Leo en El País la antigua, constante, olvidada y espantosa situación del delta del rio Níger; zona en la que, copio textualmente, “se ha vertido el equivalente a un Exon Valdez al año, durante cincuenta años” y comparo esa desvergüenza con la revolución que supone un pequeño vertido en las costas de los países del primer mundo, en Alaska, La Coruña o lo ocurrido con la plataforma de BP en el Golfo de México.
África no cuenta y va a tardar mucho en hacerse oír, pues occidente se beneficia del silencio, de la corrupción generalizada que ha contribuido a solidificar en el cuerpo de los estados para proteger sus intereses. Podemos comparar la inmediata constitución de un fondo de reserva de veinte mil millones de euros a cargo de la BP con la impunidad con la que la Shell opera en el delta.
La foto que encabeza la entrada es espectacular, pero hay muchas mas; muchos relatos de enfermedades en la piel, vertidos que dejan las aguas eternamente inservibles para todos; pescadores que solo pescan cieno y petróleo; aldeas enteras dedicadas a la limpieza contratadas por la Shell en un circulo infinito de cinismo.
Estas cosas hacen que me acuerde del discurso de una taxista de Chicago, ex-habitante de Showeto y estudiante de un máster en economía política de la Universidad de Chicago (con dos cojones la niña, con perdón) que, camino del aeropuerto y tras poner de chupa de domine a todas naciones europeas que se dedican al sano deporte de sobornar, corromper y explotar las materias primas africanas a cambio de dejar aquello hasta la bandera de contaminación, miseria, guerras y guerrillas, nos ofreció la única receta viable para cambiar la situación de África: potenciar a la mujer.
Según ella y, por datos que recogemos en la India sobre la repercusión de los microcréditos a mujeres en las economías locales, yo haría mucho caso de la afirmación, es la mujer la que quiere y puede cambiar; es ella la que cuida del bienestar de la familia mientras el hombre es un completo desastre: o vago, o borracho o perdido para la causa.
Pienso en la base evolutiva de nuestra especie y me doy cuenta de que este tipo de acciones no hacen más que volver la vista hacia las raíces. En Huelva pusieron un programa en marcha que se orienta a la contratación de mujeres en los pueblos de Marruecos. Funciona, y ellas funcionan, como un reloj. Ni un solo problema: se organizan, trabajan, ahorran - el dinero ganado revierte en al comunidad - retornan todas, tras acabar el contrato, para seguir cuidando de los hijos. En resumen: Rendimiento máximo y mínimos problemas.
¿Volveremos a consagrar la naturaleza de estabilidad de la hembra en contra de algunos siglos de dominación del macho y sus sueños de gloria? ¿Sera posible, algún día, encomendar la estabilidad del grupo al sabio y cuidadoso celo de las hembras? No creo que nadie pueda poner en duda una verdad consagrada: lo que el gobierno de los machos ha hecho con África no es para estar orgullosos, de forma que es muy difícil que ellas lo consiguieran hacer peor de lo que ellos lo han hecho, pero algunas cosas serian seguras: la mujer no abandonaría a la tierra bajo capas y capas de petróleos y vertidos; ellas no cambiarían la cosecha y la labranza por el sueño que cabe en el anima de un fusil; ellas cuidarían de los niños sin mandarlos a la guerra para destrozar su alma y su vida: ellas protegerían la vida, una apuesta que, creo, merecería la pena apoyar.
Pero mientras ese día llega, la desproporción se mantendrá como siempre, como cuando el SIDA solo fue plaga cuando comenzó a matar blancos famosos; como cuando las hambrunas se silenciaron bajo el polvo de los secarrales que mataron el verde; como ahora mismo, cuando varias guerras se ponen al servicio de la extracción del Coltan o de los diamantes: África no cuenta y su tragedia solo sirve para darnos idea de la desproporción con la que nuestro egoísmo silencia sus muertes mientras vela por la seguridad de nuestros privilegios.

domingo, 27 de junio de 2010

Idioteces




Si alguien se toma la molestia de ver le video que he insertado en esta entrada, podrá comprobar el grado de estupidez que domina al protagonista y, lo que es casi peor, a los que siguen los desvaríos del estúpido que se pone ante la cámara. Como internet se las pinta sola para llevarte de una joya a otra joya y recomiendo que la gente se deje llevar por los saltos de un video a otro en you tube.
Podemos poner “signos satánicos” o “mensajes subliminales” para darnos una idea de las corrientes que animan a los muy aburridos que se dedican a buscarle tres, o treinta y tres, pies al gato. De verdad que merece la pena. Para imaginarse hasta donde llega el aburrimiento, hay un loco que se ha puesto a analizar una canción de Shakira oida ¡al reves! Para demostrar que esta chica lanza mensajes a favor de la adoración a santa.
Hay una máxima que dice que el que nace tonto se muere gilipollas y esta gente es capaz de justificar y demostrar cualquier cosa, aunque la palma de la llevan los que, jugando con los números, es capaz de sumar, restar y multiplicar para que todo tenga algo que ver con el 666 o con cualquier otro numero mágico, trascendente y profetizado.
No puedo llegar a entender lo que tienen estas gentes en la cabeza, salvo una enfermedad de la que no son conscientes, pero si hay una cosa que es preocupante: que la gente les hace caso y se cree toda la basura que estos locos lanzan sobre su objetivo favorito: Barak Obama. Escuchar lo que en los videos colgados en You Tube se dice del presidente, de los masones y de cualquier cosa es comprobar que toda la tecnología y avance que supone Interntet se ha colocado, al final, al servicio de la estulticia mas espantosa y de un fascismo latente que encuentra, en la red, un espacio maravilloso para contar o primero que se les pasa por la cabeza y el ratón.

sábado, 26 de junio de 2010

TAS

Hasta la llamada de hace un rato, la entrada de hoy se orientaba hacia el seguimiento de la senda de lo oculto, las sectas, y el oscurantismo; pero una llamada de mi hermana me conecta con el recuerdo de todos los perros que han pasado por la vida de la familia. Hoy se ha ido Tas perro extraordinario cuya bondad nos acompañara siempre y que se une a los recuerdos de los Cuco, Milo, Ven, Axel, Frodo, Gos, Nero, Tola, Dugui, Hula, Tosca y Stunfi, perros que por su presencia en mi vida o por lo que me contaron, configuran un universo propio de compañía, dedicación, personalidad y demostración de que una vida sin perros es una vida menos completa.
Para un evolucionista convencido como yo, parece claro que el recuerdo de estos compañeros nos acompañara allí donde quiera que nosotros mismos vayamos después de muertos: a la nada o a lo que sea, pero que lo que nos aguarde a nosotros será lo mismo que les aguarde a ellos.
Los perros de la familia han constituido un perfecto ejemplo de lo que es esa especial relación del hombre con algunos animales. No hay forma de explicarlo o racionalizarlo; para bien o para mal se sitúa más allá o más acá de lo racional. Ya se que algunos dicen que la relación de los amantes de los perros con estos animales es enfermiza, pero puedo asegurar que, en mi vida, los perros han ocupado, y ocupan, un lugar propio, muy especial, ajeno por completo a lo que la relación personal y social supone.
A veces, pocas, he intentado explicarlo y es algo que solo los que comparten el misterio pueden intuir. Hoy, mientras me hacia cargo de la pena por la que pasan los amos de Tas, me acordaba de la pena al despedirme de mis perros, de todo lo que me dejaron, de lo que me enriquecieron y me enseñaron. No hay forma de verbalizar lo que se siente y todos intentamos consolarnos con lo mismo: ya sabias lo que dura la vida de un perro y esa es la única condena: sobrevivirles y tener que conformarse con haberles dado una vida estupenda; con haber cumplido el trato de cuidarles a cambio de recibir su adoración, fidelidad, cariño, abnegación, admiración, entrega...de haber recibido su vida a cambio de dejarles alegrarnos la vida.
Tas, el ultimo que se ha ido, ha compartido con los otros su cariño por sobrinos, nietos y niños en general, fauna con la que todos los chuchos de casa convivieron sin problemas y sin sustos; chupando a medias caramelos y papillas; buscando con los niños los “sugus” del día de reyes en casa de mi madre y mirando compungidos los manjares negados de las mesas de celebración.
En fin, ahora, rodeado de Curro, Chispa y una acogida, pienso en que hubo un día en que mis días no se llenaban con su alegría y me alegro mucho de que estén a mi lado. En cuanto a Tas, recordarlo feliz y contento compartiendo su vida con la alegría de todos los que disfrutamos de su compañía.
Que nos encontremos o no nos encontremos con el, es otra historia.

viernes, 25 de junio de 2010

¿Era, de verdad, para tanto?

http://vimeo.com/8869939

Encuentro este video en el que un masón, que ocupa una importante dignidad en la orden, nos enseña la teórica reconstrucción de una logia que se encuentra en el archivo de Salamanca. Por curiosas razones que no voy a explicar, en los últimos meses me he encontrado en situación de preguntarme por la Masonería, grupo por el que, de verdad, jamás me he interesado mas allá de las lógicas referencias que me he ido encontrando en símbolos, libros de historia y datos sueltos que te asaltan en los paseos culturales.
Los masones y sus símbolos están cercanos, de la misma manera que etsan cercanas todas las escuelas que han intentado explicar las ignoradas razones de la presencia del hombre en la tierra. Es el hombre, el misterio de su capacidad intelectual, la conciencia del tiempo y de la muerte, lo que desencadena la caza del misterio. El pensamiento hermético, el lenguaje de Hermes, mensajero de los dioses, la alquimia y sus desvaríos, Fulcanelli y sus catedrales parlantes que explican e misterio y los arcanos del saber eterno, la necesidad del Arquitecto, la comodidad de una inteligencia superior que, al final, nos abrirá el sagrario: muchas formas distintas que esconden la misma carencia.
El franquismo se obsesiono con la masonería de un forma enfermiza, como si en las logias se escondiera un poder inmenso que podía amenazar la subsistencia del régimen; pero estaba equivocado. La masonería, hasta donde he podido saber, es mas un espacio de bienintencionados excursionistas vacacionales que un grupo revolucionario que pretenda derrocar al poder establecido, pero si era muy peligroso para Franco. La masonería no se impone a nada, respeta todo y desea respeto para todos, y eso, durante el franquismo, era pura subversión.
El video que encabeza esta entrada es enternecedor y muy ilustrativo delo que antes he escrito; además de coincidir plenamente con lo que algunos escritos y comentarios que me he ido encontrando en internet cuentan sobre los terribles objetivos de las logias. No me he encontrado ambición de poder, pero si me he encontrado muchas ganas de ayudar y mejorar la convivencia; no he encontrado maldiciones, pero si muchas reflexiones sobre la capacidad de cada uno de nosotros para colaborar en la mejora de la sociedad.
Me genera mucha curiosidad la verdadera naturaleza de la sabiduría oculta de la masonería si es que existe: ¿quien y donde se conservan los secretos masónicos? ¿Existen esos secretos? ¿Hubo alguna vez libros sobre el arte de la construcción y la cantería? ¿Y la alquimia? ¿Hay una traducción de las catedrales según lo que Fulcanelli nos dice que es posible y real? Eso si me apetecería saberlo; me gustaría conocer, por mera curiosidad histórica, la esperanza contenida en todos esos conocimientos que se consideraron peligrosos y dignos de ser ocultados.
Los secretos de lo que la humanidad ha considerado como conocimientos peligrosos para si misma son patéticos y van, desde la idiotez del terrorífico secreto de la existencia del dodecaedro que los pitagóricos ocultaron por décadas, al nombre místico de Roma que encerraba, por su sola pronunciación, la destrucción de la ciudad.
Me encantaría estar equivocado, pero me temo que los secretos que tan celosamente guarda la masonería son, y seguirán siendo, tan inocentes como la triste existencia de un cuerpo tan poco peligroso como el dodecaedro.

jueves, 24 de junio de 2010

Distorsiones


Dicen que el hombre es un animal de costumbres, afirmación que comparto al 100% y que se pone de manifiesto, de forma especialmente relevante, cuando la distorsión de las costumbres afecta a lo más cotidiano. Hace tres días que le teclado de mi ordenador ha dejado de obedecerme a la hora de poner acentos, de forma que tengo que hacer un verdadero esfuerzo para no mandarlo todo al cuerno, iniciar una revolución y dejar de escribir. Menos mal que uno no tiene el método asumido y golpeo las teclas mirando cada una de las teclas, que si mirara la pantalla el llanto y la rabia serian continuos.
La cosa no seria muy grave si no fuera porque el imbécil que habita las tripas del cacharro no contextualiza las correcciones y así, los tiempos verbales que son comunes y que solo diferencia un acento se han convertido en un terreno esquivo. Hagamos la pruebe escribiendo “coloco”, forma verbal que, con un acento indica pasado de tercera persona y son acento presente de primera persona. Eso pasa por tener un idioma rico, variado y con una gramática interesante. Hacer la prueba e intentar escribir sin poner los acentos y veréis que el idioma cambia sustancialmente.
Estas distorsiones se van multiplicando a medida que nuestras costumbres se hacen complejas y se adentran en el terreno de la tecnología, momento en el que nos convertimos en niños desamparados ante el poder de lo infinito.
El chiste que encabeza la entrada habla por si solo y me sugiere una pregunta cuya respuesta puede sumirnos en la depresión: ¿Cuantos de nosotros seriamos capaces de vivir en las mismas condiciones en las que la gente vivía, tranquila, en el siglo XV? (Subrayo la palabra en la que me resulta imposible colocar un acento).
La respuesta es, seguro, muy reveladora: la inmensa población del primer mundo que no perteneciera a los hiper-ricos, se puede afirmar que seria (claramente, el imbécil no es capaz de pensar y darse cuenta de que ese vivía lleva acento) considerada como minusválida funcional. La modernidad nos ha hecho dependientes de demasiadas cosas y seria bueno empezáramos a pensar en prescindir de todo aquello que, además de no necesitar, nos convierte en unos completos inútiles dependientes y con poca capacidad de adaptación.

miércoles, 23 de junio de 2010

Los sueños de luz


La oscuridad nos da miedo. En la oscuridad habita el enemigo ancestral que mataba sin dejarse ver; subía a los arboles donde dormíamos y nos dejaba sumidos en el terror. La noche es enemiga de la luz y el hombre, cuando supo predecir las horas de su vida, se consagro a la tarea de predecir la vida de los astros.
Hace siglos que supo que la noche del solsticio de verano es la noche mas corta del año, el momento en que tenemos mas cerca el sueño de un día sin sombras, sin amenazas dormidas que acechan el sueño: la noche luminosa de un tiempo que el hombre controla.
Hoy, esa noche precede al día de San Juan, la celebración cristiana que consiguió cubrir lo pagano con el manto de la sacralidad oficial. Han sido muchas, casi todas, las celebraciones del calendario que la Iglesia ha hecho suyas, pero es posible que las dos fechas que centran su razón de ser en la luz encierren un significado que todavía nos conecta con lo más primigenio de nuestra naturaleza: el miedo y la alegría.
Miedo de invierno, frio y hambriento que aterra pensando que el sol se muere y la noche reinara para siempre. Miedo que crea ceremonias y religiones enteras basadas en la muerte del sol, en la resurrección de la luz tras la lucha con la oscuridad. Es el solsticio de invierno, el día mas corto que no puede nada contra la noche que mata y ahuyenta a los animales; es el miedo absoluto. Y enfrente, la borrachera de alegría ante la abundancia de la cosecha y el calor; es el baile ante el fugo que intenta prolongar la vida de la luz más allá de la vida del mismo sol: es el triunfo de la luz y de la seguridad.
La humanidad oscila entre esos dos extremos; entre el miedo y la conciencia de la propia fragilidad y la melopea del éxtasis ante la creencia de la invulnerabilidad. Y al final, ni dioses ni demonios: simples humanos que habitan la vida buscando un lugar que la naturaleza le escamotea siempre.
PD.- El virus o desconfiguracion del teclado siguen impidiendo que ponga acento, lo siento

martes, 22 de junio de 2010

Virus

Hoy no hay entrada, que he sucumbido a un virus que me altera el teclado.
Hasta mañana.

lunes, 21 de junio de 2010

Por co-generación espontánea

Los dos diarios más importantes de este país se han lanzado a una aventura que necesita de la comunidad para tener identidad y llegar a ser algo. Es la WEB 2.0, la WEB que basa su propia identidad en la falta de identidad estructurada. Estos proyectos se dejan hacer, ofrecen un espacio abierto y son los usuarios los que, con sus aportaciones, le dan la forma definitiva.
En realidad, son como casas vacías a la espera de la comunidad de vecinos: serán ellos los que configuren el espacio para la convivencia según sus gustos. Parece que no ha pasado nada y como casi siempre, el cambio más importante, el que de verdad lo revoluciona todo, ha entrado de forma suave y sin darse importancia.
De las pantallas negras que regían nuestras acciones ante el PC, a las ventanas de color de Windows y por último, a los espacios comunes en los que las fotos y la voluntaria acción del usuario configuran la realidad, el camino lo hemos andado de forma acompasada a lo que nuestro entorno laboral nos iba marcando, pero sin darnos cuenta, el espacio personal ha crecido de tal forma que serán los usos de la empresa los que acabarán adaptándose a lo que los usos y costumbre sociales les impongan.
El párrafo ha quedado largo, pero es tan real y tan verdad, que me juego la barba a que se cumplirá al 100% en un plazo no superior a 5 años. Las empresas de medios están viviendo sus últimos años de independencia gloriosa: se han arruinado y endeudado sin darse cuenta de que el coste de la información de calidad marcaba su destino. No serán ellas las que piloten las grandes naves de los contenidos de las próximas décadas: serán las operadoras de telefonía y los grandes espacios que aglutinen usuarios: navegadores, portales de comunidades de nuevo cuño tipò Facebook o Tuenti, pero jamás los Prisas, Unidesisas y Vocentos.
Le Monde, arruinado, oye ofertas de Orange y reza para que el pretendiente no vea su cara marcada de viruela. Las televisiones ya han levantado las orejas oyendo el sonido de los cascos de internet, que viene al galope tendido recortando la ventaja.
Tenemos la suerte de ver la continua sesión de los más importantes y rápidos cambios sociales de la historia del hombre. Tenemos la suerte de poder escribir la crónica de esos cambios que se aceleran desde 1990. Otra cosa es que la crónica y la historia nos ofrezcan un final en el que todos sean felices, que me temo que no va la cosa por ese camino.

domingo, 20 de junio de 2010

Ganarás el pan…


Hace unos días me comentaba un amigo sobre un cambio de trabajo: “Ya no es como cuando buscábamos un proyecto en el que dejarte la vida: ahora me cambio y sólo es trabajo” .Pocas veces he sentido más presente, más actual y más realizada la famosa maldición bíblica de “Ganarás el pan con el sudor de tu frente” y es verdad: la frasecita de las narices no hablaba de emoción, ni de realización personal, ni de ilusión, ni de implicación ni..,de pollas en vinagre; solo mencionaba el sudor.
Trabajo sordo, oscuro, condenado trabajo que nos proporciona respiro para eludir los más crudos efectos de una esclavitud calculada y jerárquica de la que no escapamos. Todos, creo, hemos soñado con la absoluta liberación representada por las palmeras de una idílica playa tropical en la que observar, plácidamente, el ir y venir de las mareas que en nuestro sueño se encargan de traernos la felicidad sobre las dulces olas que llegan a la orilla.
El hombre sueña y en sus sueños más plácidos se entroniza la calma, la paz de un mundo sin la constante pelea del trabajo, de la miseria diaria que con él se relaciona; lejos de nosotros la angustia relacionada con la encarnación de esa maldición, con su instrumento más dañino: el dinero.
El dinero es el instrumento usado por el poder para mantenernos esclavizados. Las sociedades esclavistas usaban del miedo o de la recompensa en forma de recuperada libertad, pero siempre había una salida. La moderna esclavitud, perfeccionada, ha conseguido bloquear la salida: no hay escape y la globalización ha conseguido dominar de tal manera que nuestra soñada playa se ahoga, hoy, anegada de aguas generadas por el cambio climático.
Hemos asumido la maldición de tal manera, la hemos interiorizado tanto, que hoy es la pérdida del trabajo lo que se ha convertido en maldición y generado hordas de silenciosos malditos que habitan el confuso terreno de las sombras.
No podemos escapar del trabajo, pero deberíamos revelarnos contra los que han conseguido que el trabajo haya matado cualquier rastro de ilusión en nuestro ánimo. El trabajo os hará libres, rezaba el lema de los más espantosos carceleros de la humanidad: hasta ellos, que usaban del poder de esa mentira, sabían que no se puede trabajar sin ilusión y sin la pasión de ser mejores.

sábado, 19 de junio de 2010

Saramago

Muerto José Saramago leo una de sus frases “Dios es el silencio del universo, y el ser humano el grito que da sentido a ese silencio”. Como todas las grandes frases, cada cual podrá encontrar el significado que mejor se acomode a su costumbre y pensamiento, pero yo me he ido al que creo que es un sentido muy directo: Dios es la concreción de nuestra rebeldía ante la muerte.
Efectivamente, el universo es ajeno a nuestros afanes, pasamos por él sin apenas dejar huella y eso nos genera una angustia que solucionamos dotando a la idea de Dios de propiedades y cualidades que nos alivien la angustia.
El hombre se resiste a aceptar la idea de que muerto él, el mundo sigue sin alterar el paso: necesitamos que nuestra vida trascienda, que tenga sentido y la idea de Dios conlleva todo lo que necesitamos para tranquilizarnos: es un kit completo contra la insatisfacción.
No necesita de elaborados trabajos y estudios, se nos ofrece de forma sencilla y a través de múltiples intermediarios; se puede decir que Dios ha generado múltiples franquicias que ofrecen productos similares adaptados a los diferentes gustos y tendencias del mercado.
El problema es que nadie está seguro de que esa cómoda construcción sea real, más bien, las pruebas señalan lo contrario y esa debilidad hay que taparla y disimularla como sea.
A Saramago le costó el rechazo de su propio país, del que tuvo que exiliarse y la corriente dominante no sólo no ha perdido empuje sino que lo gana día a día: los ateos no tenemos más remedio que defendernos alzando mucho la voz, haciéndonos oír para que nuestra existencia sea respetada y no perseguida.
Necesitamos muchas figuras que, desde el respeto, la tranquilidad y la cultura enseñen al hombre que la angustia real, la que de verdad nos tiene que preocupar, es la angustia de vivir una vida que no asuma sus compromisos y la necesaria altura moral. Una vez muertos, las posibilidades de rectificar son realmente escasas.

viernes, 18 de junio de 2010

Estupideces



Leo algunos titulares que informan del malestar de algunos sectores y medios por la coloquial denominación de la selección española como “la roja”. Julio Ariza, capo de Intereconomía pretende que hablemos de la “rojigualda” y pienso en lo estúpidas que pueden llegar a ser determinadas personas y en las ganas que tienen esas mismas personas de tocarnos un poco los cojones.
También pienso en la ponencia de Camilo José Cela actuando en calidad de senador por designación real al definir la bandera española como roja, amarilla y roja, “so cursis”. Nunca más nadie reivindicó la definición de “gualda” para el sencillo amarillo. La academia define el color como “amarillo del mismo color que la flor de gualda”. Vamos, que queremos defender el valor de la parte en oposición al todo.
Los símbolos cuentan, los nombres también. Uno tuvo un comandante de la mili que no soportaba que se calificara de rojo a nada: todo era encarnado. No se comía ensaladilla rusa sino nacional. La dictadura nos quitó muchas cosas, incluso el sencillo color rojo, culpable de no se bien qué, pero culpable.
¿Será posible que todavía estemos en esas cosas? ¿Es posible que alguien se moleste por esa demostración de ánimo, de forofismo, de identificación con el equipo de todos? ¿Es posible que estos imbéciles pierdan el tiempo en esas cosas?
Tamaña muestra de gilipollez no puede ser gratuita y demuestra que la caverna mantiene intactas sus esperanzas de reconquista: quieren barrer y expulsarnos a muchos de la vida pública y privada de este país. No tienen barreras, no tienen freno a su inmensa ambición de mandar por encima de todos; sólo tiene que haber un criterio, una opinión y una forma de ver la vida: la suya. Da miedo pensar en lo que estas gentes podrían hacer si no fueran una minoría que no puede desafiar, de momento, la convivencia de todos.

jueves, 17 de junio de 2010

Y los perros comieron carne de perro

Elenco de personajes deleznables al servicio de los amos del cotarro.

Decía una máxima del periodismo que “perro no come carne de perro”, asquerosa metáfora que pretendía expresar el respeto que las empresas periodísticas sentían por el trabajo y la profesionalidad de sus competidoras.
Años y décadas de respeto y tradición han dado paso a una encarnizada lucha de intereses que lo domina todo; aquí, en España y en el resto del mundo. Los diarios, la prensa y los medios en general, son instrumentos al servicio de otros intereses que fuerzan las estructuras y las formas de manera inmisericorde. La Casa Blanca, con toda la tradición de respeto a la prensa y a su libertad, ha tenido que exponer públicamente que determinados medios, de determinada propiedad, “serían tratados como adversarios políticos”; verdadera revolución conceptual que no es preciso aclarar.
En España, donde las diferencias políticas de los diferentes propietarios se han visto potenciadas “ad infinitum” por una crisis galopante que ha reducido los ingresos drásticamente, el enfrentamiento se muestra, por fin, con toda su crudeza. No sólo no hay respeto: es que no hay decencia.
Explicar algo tan obvio como lo que acabo de exponer parece un exceso, pero hay mucha gente, muchos lectores y espectadores, que no se dan cuenta de cómo los medios han degenerado hasta la náusea. Y digo LOS MEDIOS, no digo algunos medios, si bien los que pueden ser clasificados de “algunos” lo que han hecho es perder la categoría de medios de comunicación y degenerar en libelos.
No voy a hablar de Intereconomía, El Plural, Minuto Digital o Libertad Digital, no: voy a hablar de los que, en teoría, son medios serios: El Mundo, El País y otros de similar nivel, incluida la TV. Los rectores de estos soportes de opinión, que cada vez lo son menos de información, se han entregado a un juego cainita que pretende quitar los ingresos, los lectores/espectadores/oyentes a la competencia y expulsarla del mercado. Necesitan el dinero de forma tan desesperada que esa necesidad lo domina todo y les llena de ansia asesina.
Se han llevado por delante cualquier rastro de deontología profesional, pero es que lo que poco que queda tiene los días contados. La TV se ha entregado a las Norias, a los programas de gresca y trifulca que acogen a lo peor de los modelos sociales; la más baja estofa moral enseñorea el panorama y lo gobierna con mano de hierro, sin aflojar ni una tarde, ni una hora.
Hubo un tiempo en el que un diario levantó la bandera de la información y derribó a un presidente: hoy los medios enarbolan la carencia de dinero para derribar el edificio del derecho a la información, logro democrático que tanto costó edificar.
Señores: lo que está en juego es un valor social; un derecho constitucional reconocido por los países avanzados socialmente y los dueños de estos medios quieren convertir ese derecho en dinero contante y sonante sin mirar el origen. Dicen que Vespasiano, ante el reproche que hacía su hijo sobre la procedencia del dinero que cobraba su padre por usar los urinarios de la ciudad, tomó un puñado de sestercios de un cofre y acercándoselos a la nariz del hijo exclamó: “Vídere, non olet”.
Los perros de hoy en día no sólo han perdido el olfato que les permitía identificar la procedencia del dinero que entraba en sus empresas; también han perdido el gusto y la carne de los otros perros se sirve como manjar en los consejos de administración.

miércoles, 16 de junio de 2010

Mal fario


Este país esperaba el mundial de futbol con ganas de poder disfrutar de una alegría; de abrir la ventana y que entrara aire fresco y lo que ha entrado es el mal fario. Hasta la roja se ha visto sumida en la impotencia, en la imposibilidad de cambiar su destino y lograr, por fin, el ansiado triunfo.
Es posible que no sea más que un susto –eso esperamos todos – pero ya se ha perdido el primer tren de la alegría y la nota sociológica de hoy está obligada a reflexionar sobre la necesidad de encontrar respiros, descansos en la pelea constante del día a día. España está sometida a un bombardeo de malas noticias y hasta nuestros compañeros de viaje, Alemania a la cabeza, lanzan misiles en forma de posiciones bajistas sobre nuestra deuda (1.200m de € esperando adjudicación), pero la gente aguanta, nosotros aguantamos. Vemos a nuestros amigos en el paro; las cosas no marchan y en la calle falta alegría en un verano que se ha instalado en el recuerdo más que en el termómetro, que hace un frío de bigote.
Hay malas sensaciones, las espaldas están cargadas de preocupación y nos ha fallado esta esperanza; hoy todos estaremos un poco más tristes pero mañana habrá que levantarse y recoger los trozos para afrontar el día.
Hubiera sido estupendo que la selección ganara, que esa alegría siempre sería bien recibida, pero también es bueno que mañana todos podamos hacer de seleccionadores y emitir juicios sapientísimos y cerrados sobre el juego mágico del fútbol, que es otra forma de divertirse.
En fin, esperemos que el lunes la cosa se arregle, la temperatura sea normal y la gente pueda sonreír y mirar al mundial de frente para verle la cara e ir a por él. Suerte para todos.

martes, 15 de junio de 2010

Tocando de oído

Desfile de sombras en la caverna de Platón, pálido reflejo de una realidad desconocida. 

El pasado domingo, en un artículo de Mario Vargas Llosa, el escritor comentaba las paradojas que se encuentra en sus viajes a Israel; la contraposición entre las actitudes y acciones emprendidas por grupos, asociaciones y particulares y las espeluznantes acciones gubernamentales que colocan al estado de Israel a los pies de los galopantes caballos de la opinión mundial.
El autor narraba, como de pasada, las meritorias vidas de los que levantan de nuevo las casas de familiares de terroristas árabes que el ejército destruye; las acciones de protesta de muchos colectivos y grupos políticos y el desprecio gubernamental por estos ciudadanos.
La reflexión, que es la misma para Israel y para cualquier país, tema o situación, es que todos tocamos de oído sin saber de verdad ni dónde está, ni cual es la partitura que se ejecuta; que sabemos lo que nos dejan saber los medios de comunicación y los gobiernos, de manera que nuestra opinión está, seguro, deformada por los intereses de unos y otros.
Me pregunto si podemos posicionarnos sobre la gran mayoría de las noticias sabiendo que los datos que tenemos y que permiten que formemos un juicio sobre algo, son tan poco fiables. Desde luego, en la actividad laboral diaria, creo que nadie orientaría la estrategia de la que depende el futuro basándose en algo tan frágil, poco fiable y adecuado como es la información que recibimos diariamente.
Y el caso es que, sabiendo que lo que acabo de comentar es cierto, no podemos vivir sin tener claras las referencias, las distancias y las coordenadas; esas que nos hacen reconocernos en el espectro político o moral y nos sitúan en un lado o en otro. Necesitamos poder opinar y creer que la opinión emitida es cierta, coherente, razonada y razonable, pero eso es un espejismo y todos somos, con respecto a la verdad de la información, como los habitantes de la caverna de Platón: espectadores lejanos de la sombra de realidad que alguien nos deja vislumbrar.

lunes, 14 de junio de 2010

Complemento social

Vista del casco medieval de Ainsa (Huesca)


Muy breve resumen de agradables charlas de coche.
Pregunta: Si un árbol cae en el bosque y no hay nadie que escuche el sonido que hace al caer, ¿podemos afirmar que el sonido se ha producido? Como en los análisis de oraciones que hacíamos de pequeños para encontrar el complemento directo, el sujeto, el verbo el predicado y demás elementos del análisis, a la hora de acercarnos a la realidad, deberíamos ser capaces de delimitar el efecto del “complemento social”; esa extraña variable que hace que el paisaje y el momento adquieran cualidades distintas en función de la interacción social que el sujeto que esté viviendo en cada momento.
La vida de un ser social como el hombre; su actuación con el medio, dependerá siempre de cómo cada sujeto pueda integrarla en su entorno social, pues todos sabemos que la compañía de otro aporta el último trazo, la firma definitiva, a lo que estamos viviendo.
¿Eso es bueno o malo? Eso es, simplemente, de manera que nuestra vida se va llenando de momentos, memorias y fotografías mentales cuya valoración depende, en un altísimo porcentaje de ocasiones, de aquello que nos transmitía o aportaba el compañero con el que vivíamos el momento. Hay fotos románticas o fotos angustiosas; las hay divertidas y las hay tristes porque el recuerdo evocado por un paisaje, en otras ocasiones maravilloso, es penoso para nuestra memoria.
Así pues, ¿Qué valor tiene una realidad concreta que no hemos podido trasmitir? El mismo valor que un plato de alta cocina que nunca llegó a la mesa; o el de una obra de arte que jamás tuvo admirador; el valor de la nada que nunca pudo ser pesada y compartida. Compartir con el grupo, con nuestros otros, nos permitió llegar a nuestra condición de hombres y crear realidades nuevas, pero siempre necesitaremos el contrapunto, la aportación del otro, para que la realidad que contemplamos adquiera su verdadera naturaleza.
Hay que cuidar del otro, hay que escuchar su visión de los paisajes o nuestra realidad siempre estará incompleta: Ahora, pregúntale a ese otro que tienes cerca lo que le parece este escrito. Es posible que su opinión me ayude a completar el mensaje.

jueves, 10 de junio de 2010

La patria del hombre


Leo un titular en el que Antonio Muñoz Molina comenta que le gustaría ser, como el capitán Nemo, apátrida y la manifestación, que percibo en su sentido positivo y en ningún caso desde el aspecto negativo, me hace pensar. No conocemos el origen del patriotismo nacionalista y beligerante, pero si tenemos observaciones de primatólogos y naturalista confirmando que el incremento de inteligencia de la especie y la dinámica de los grupos formados por individuos de esas especies, tienden a organizarse, de forma fundamental, sobre la diferenciación de dos mundos: el “nosotros” y el “los otros”.
Los míos forman mi conexión más primaria, configuran la fuerza con la que ocupamos el territorio, lo defendemos y aprovechamos sus recursos; mientras que el grupo de “los otros” se presenta como la amenaza que intenta quitarme el territorio donde la horda prospera. Parece que ese esquema primario sigue vigente, haciendo de “los míos” y de “los otros” grupos mayores o menores, pero con la misma base: el territorio y sus recursos; origen de la prosperidad, riqueza y vitalidad del grupo. ¿Ha cambiado el esquema como fruto de los cambios sociales que ha ido experimentando la humanidad? Me temo que muy poco y que la catalogación de apátrida sigue conllevando el estigma del rechazo, de la adscripción a “los otros”, a la amenaza indeterminada pero reconocible, siempre, en el ajeno.
La raíz es profunda y lo que me sorprende es que milenios de civilización, entre 10 y 15 de agricultura y sedentarismo, no hayan sido capaces de cambiar unos patrones tan primarios. El esquema es tan sencillo, tan elemental, que parecería que ya no es capaz de operar, pero sigue condicionando la actuación de la especie sin un ápice de variación, de forma que todo nuestro actual ordenamiento internacional no es más que la sofisticación de aquellos primeros límites que nuestros ancestros defendían a mordiscos.
Frente a estas pulsiones primarias de pertenencia a una parte, de repente surge un sentimiento nuevo, que se contrapone - por su positivismo - al antiguo negativismo del apátrida y manifiesta su pertenecía al todo; su absoluta sincronía con la especie como colectivo superior al grupo y la grandeza del planteamiento lo rompe todo. ¿Qué pasaría si ese “nosotros” fuera lo mismo que “todos”? Verdaderamente, la jugada podría ser bonita: el apátrida como modelo de patriota universal. Mola.

lunes, 7 de junio de 2010

Amos irresponsables, perros asesinos


Otro niño, esta vez un bebé que estaba con su madre, ha sido atacado y muerto por el perro de la casa. Otra vez una raza que está catalogada como peligrosa, que requiere que su tenencia esté registrada, que suele coincidir con un determinado perfil de dueño que, imagino, no habrá pasado las pruebas psicológicas que establece la ley y que, como es normal en este país, ahora comentará todo el mundo.
España es un país que no tiene interiorizado el trato con nuestros animales en un plano de relación afectiva, social y jerárquica de una forma armoniosa y natural. Los animales domésticos lo han sido en función de su utilidad directa: protección de rebaños o propiedades, caza y poco más en el caso de los perros; caza de roedores en los gatos, que más que domésticos eran “cercanos” y de vacas, caballerías y aves de corral o cochinos, mejor no hablar.
Estos ataques son producto de muchas cosas, consecuencia de muchas carencias y lo que es peor, mantenidos por una dinámica de indiferencia hacia el mal trato de los animales que hace que su atención y custodia no sean una prioridad social.
Tengo un amigo que vive en los países nórdicos que me cuenta historias que me hacen llorar de envidia. Por poner un ejemplo, el 100% de los dueños de perro que, en España, les condenan a vivir encadenados a una caseta o encerrados de por vida en un cercado hubieran sido denunciados, sancionados con una fuerte multa y proscritos de por vida para volver a tener perro. En mi opinión, como debe ser, pero España tolera cualquier clase de maltrato animal y encima, condena al que denuncia esos malos tartos en muchas ocasiones.
Legislación hay, y hay mucha, pero no se cumple. Sólo sirve para que las autoridades se laven las manos a la hora de sancionar con posterioridad a los hechos. Ahora, cuando el bebé ya ha muerto y la desgracia es infinita, a los padres les caerá una sanción, los multarán y aquí paz y después gloria, pero la situación permanecerá igual sine die.
No nos gustan ni los perros, ni los gatos ni cristo que lo fundó. Nos sirven para algo, pero cada vez somos menos los que disfrutamos del hecho de estar escribiendo a la vez que pasamos el pie por encima de un perro que se estira, encantado, al recibir el masaje. Me pregunto que buscarían en ese tipo de perro los dueños del perro que, hace tres semanas, atacó a un niño que se acercó al vallado en que pasaba su condena otro pitbull; me pregunto que adiestramiento recibieron los dos rotwailers que hace dos días se escaparon de una casa de Alicante y atacaron a dos niñas y a su padre en plena calle; que placer obtendrían los padres del niño de hoy conviviendo con un perro que, lo siento, no me creo que no hubiera avisado, que no hubiera hecho un mal gesto hacia un niño o hacia un adulto.
Soy un fanático de los perros, pero no hay justificación posible para que un perro ataque a un niño. Para un perro, un niño es sagrado si el perro es normal y mis hijas y sobrinos se han criado entre perros a los que han adorado y por los que han sido venerados. No puedo maginar algo más horroroso que ser dueño y responsable, de un perro que mata a un niño.
España debe cambiar y debe entender que la tenencia de un animal es una responsabilidad enorme; que hay que ser coherente y asumir las obligaciones de educar, alimentar, pasear y socializar al bicho con una disciplina inmensa y que hay que saber decir que no, que yo no puedo, o no se, tener perro. Sólo con ese ejercicio de sensatez, se evitarían muchísimas desgracias.

domingo, 6 de junio de 2010

Veneno en la vida


Más de 100 niños nigerianos han muerto envenenados por el plomo presente en las aguas subterráneas como consecuencia de la extracción ilegal de oro. Hace meses que escribí que el acceso al agua potable sería causa de guerras y el suministro de agua potable, un negocio boyante para muchas e importantes empresas.
Hoy son cien niños, probablemente medio esclavizados por sus propias familias para trabajar en condiciones miserables, sin atención y sin conocimientos que impidan el envenenamiento del subsuelo; pero mañana serán legiones de desplazados, refugiados, pobres, enfermos de sida y marginados por su pobreza los que llenen las páginas de los diarios con sus cadáveres expuestos al sol.
Agua, lo más esencial, lo mínimo, lo más necesario y, a la vez, causa de la permanencia de generaciones enteras en la incultura, pues los niños deben atender, como principal tarea diaria, al acarreo del agua potable. Son muchas las aldeas que se encuentran a cinco, seis y siete kilómetros de los acuíferos, de forma que los niños deben recorrer esa distancia dos veces al día: diez, doce o catorce kilómetros de penalidades que les alejan de las escuelas y de la alfabetización. Primero es el agua, luego el resto de la vida, así de duro.
Me duelen esas muertes porque me duele la enorme ignominia de esa inmensa pobreza que todo lo abarca y todo lo pudre; en esa pobreza no hay humanidad, no hay gloria, no hay nada que no sea pura animalidad y subsistencia y eso forma una condena implacable para millones de niños y de seres humanos de este mundo.
Desde occidente podemos hablar, discutir, elaborar propuestas y estudios, pero ellos sólo pueden morir y llenarnos los pulmones con sus últimos alientos intentando que no miremos hacia otro lado; deseando que nuestras vidas, por un solo segundo, compartan la angustia de sus muertes ya que no hicimos nada para procurar la viabilidad de sus vidas.

sábado, 5 de junio de 2010

Bloqueos


Es un hecho: estamos en la era de la información y nuestra capacidad tecnológica y nuestro trabajo han cambiado el planeta de tal forma que ya los geólogos andan pensando poner nombre a nuestra era y denominarla como antropoceno (*) o antropozoico, que no estoy seguro de cual sería la denominación más adecuada para nuestros días. Los dos hechos reunidos deberían ser capaces de darnos una visión exacta y detallada de lo que pasa en nuestro planeta, pero no es así. Determinados temas parecen sufrir un bloqueo que sin acabar de dar la imagen clara de una censura con tachones, evitan que algunos temas crezcan como parece que deberían crecer.
Veamos el primero, 100% propio del periodo antropoceno: el desastre que BP nos ha regalado en el golfo de Méjico. Digo nos porque yo si entiendo que cualquier agresión sobre los ambientes marinos es una agresión global, que siento como propia y directa y cuyas consecuencias nos llegan a todos. Si alguien, mucho más corto de miras, piensa que lo que pasa en el Pacífico no le incumbe, puede dejar de leer esto inmediatamente. Si nos metemos en internet a buscar fotos de satélite del desastre, es curioso que no aparecen fotos actuales, sólo algunas correspondientes a los 5 primeros días del desastre. (si se quiere hacer la prueba, teclear en Google “fotos satelite desastre bp”, a ver que sale).
Los diarios dan datos, El mundo nos dice que la mancha es igual que la provincia de Valencia, pero me temo lo peor. Me temo que la cagada es de proporciones tan enormes que jamás sabremos, de verdad, ni la extensión ni la cantidad de petróleo vertida. No quiero hacer un cálculo, pero si lo convertimos en petroleros y calculamos un petrolero por semana, la cosa es para que se nos pongan los pelos de punta. La industria del petróleo es poderosa, tan poderosa que sólo con las discrepancias de carga que se producen en las maniobras normales, se calcula que se han embolsado unos 5.400 millones de U.S $ correspondientes a una tolerancia en la aplicación de tablas de medición del ¡0.23%!. y eso sólo desde 1980, momento en el que los trasportistas empezaron a cabrearse porque pagaban más de lo que recibían y no les hacía demasiada gracia.
BP ha conseguido, junto con otros poderes, bloquear la visión del desastre y aunque sea una postura algo cómoda, casi lo prefiero, que lo que ya vemos es bastante espantoso y me malicio lo peor. O mucho me equivoco, que me encantaría, o esto es algo que pagaremos durante generaciones enteras, si es que se soluciona la salida de crudo, que está por ver que se consiga. BP ha contaminado irreversiblemente uno de los ecosistemas privilegiados del planeta; ha envenenado las aguas de un mar de bajo intercambio de aguas y eso añade gravedad a la cosa, pero es que, además, al mezclar los disolventes a mucha profundidad, no tenemos ni idea de los miles de toneladas de crudo que andan flotando a media altura en las aguas del golfo o fuera de él cuando lleguen los huracanes y muevan sus aguas.
Como además, se ha quemado parte de este crudo, es previsible que la temperatura del agua circundante haya aumentado, lo cual hace que la energía del sistema crezca y que la temporada de huracanes, que ya viene calentita en los últimos años, pueda convertirse en una pesadilla de meses. Nueva Orleans puede verse inundada de nuevo pero con crudo en lugar de con agua; las mareas de crecida hacia el interior del Misisipí podrían dejar un rastro de veneno imposible de limpiar y los Everglades de Florida pueden acabar la temporada convertidos en un pozo de de mierda infecta y cadáveres corrompidos.

Rafael Schutz, distinguido Embajador de Israel en España, en un gesto significativo que, de cumplirse, libraría  a la humanidad de un idiota digno del premio Darwin.

El segundo bloqueo trata de imponerlo el bloque de neocons que defienden a Israel a cualquier precio. Ya escribí que se habían pasado 7 pueblos pero que los de enfrente se pasarían los mismos, o más, si pudieran. A España le toca aguantar a un embajador especialmente cretino, de los que se ganan las cartas de reprobación por idiota, que lo de fascista se asume como parte de la mala suerte. Porque se puede ser nazi, que el tío lo es, pero tan idiota como para decir la gilipollez que dijo sobre los muertos de tráfico en España no es perdonable. Una llamadita, una queja formal y que nos lo cambien, que ya sabemos que nos mandarán un “pasao” como mandan a todos los países que consideran excesivamente críticos con sus animaladas, pero que nos manden a uno listo, coño, que las idioteces de este señor ya son demasiadas. Nazi, tonto, sionista pasado y embajaor, es un cóctel imposible de tragar.

(*)El término fue creado por el vencedor del Premio Nobel de la Química Paul Crutzen, que considera la influencia humana en el funcionamiento del planeta tan significativa que justifica la entrada del mismo en una nueva era geológica en la Escala de tiempo geológico.

El uso de este término como un concepto oficialmente en el ámbito de la geología ganó nuevo ímpeto en 2008, con la publicación de dos nuevos estudios apoyando esta idea.

jueves, 3 de junio de 2010

La permanencia de los mensajes


Hoy, que es día de fiesta y en España, fiesta grande de esas que gustan a los de derechas de toda la vida; uno de esos jueves que relucen más que el sol, me siento obligado a escribir sobre la maestría con la que la iglesia católica, apostólica y romana ha sabido manejar siempre la simbología y las claves de la comunicación para que su doctrina conectara con todos.
Cuando, en el principio, la cosa se dirigía a judíos, griegos y romanos, la dificultad de transmisión era mínima, pues un elevadísimo porcentaje de la población dominaba la lectura y la escritura. A medida que esa alfabetización inicial daba paso a la barbarie, la cosa se complica y vemos que las artes ornamentales toman el relevo de las letras para seguir manteniendo la intensidad del discurso. Los mosaicos bizantinos de Venecia toman el relevo y sus elementos van constituyendo un alfabeto que nace y se olvida a lo largo de los siglos: el dorado de la sanidad, las botas rojas de los reyes romanos (causa de muchos problemas para César), y otros muchos que no conozco pero que los expertos van identificando sin problemas ante cualquier composición de cualquier época.
Los siglos pasaron y la penuria, la oscuridad y la incultura imperaron en Europa durante los negros años de la baja edad media, época e la que se perdieron las artes decorativas, las industrias y la riqueza para mantenerlas y hasta que el tímido renacer del románico no lo permitió, no volvemos a encontrarnos las pinturas planas con los cristos reinantes y las rústicas esculturas con mensaje, o más bien, como dice un amigo, con recado, que están casi borradas y tampoco eran, es su plenitud, muy explícitas.
Pero la cosa se fue arreglando poco a poco y del Císter surgió el Gótico y la piedra se hizo cristal y con el cristal llegó una oportunidad estupenda para componer escenas y dar mensajes. La cosa se perfeccionó y hace años que mantengo que los primeros cómics de la historia se generaron en las vidrieras góticas para explicar a los analfabetos, casi todo el pueblo, la historia sagrada, las escrituras y, muy especialmente, las penas del infierno que aguardaban a todos los rebeldes que no obedecieran como estaba mandado. Si alguien tiene alguna duda al respecto, que visite la Saint Chapelle parisina y verá cómo una iglesia se pone al servicio de esa función de cómic explicativo, eliminando todas las paredes a favor de esa estupenda misión de propaganda. Hasta que el moderno Calatrava no pusiera la última tecnología y los más avanzados materiales a trabajar para conseguir el sueño del gótico, esa construcción supone, a mi juicio, la consumación del estilo gótico: siempre hacia arriba, siempre al servicio de la luz y ni una piedra de más, solo se materializan las líneas de fuerza que llegan al suelo para conectar el cielo y la tierra.
Bueno, pues con esa capacidad de comunicación, a la que inexplicablemente renuncia la reforma protestante, se va perfeccionando la cosa y los mensajes permanecen en el tiempo dando idea de la evolución del pensamiento y del cambio de los tiempos. Y entonces, justo cuando esa evolución se pone de manifiesto y hay desajustes, es cuando aparece el dilema de los responsables: ¿Hay que cambiar los mensajes y primar la comunicación o dejarlos y primar el arte que en su día hizo posible la comunicación favoreciendo la forma sobre el fondo? Que el lector juzgue por si mismo.

miércoles, 2 de junio de 2010

Buscando acomodo


Un amigo, bastante derechoso él, me dice que cuando voy a escribir las desventuras de un rojo en busca de partido, así que habrá que hacerle caso y darle la satisfacción de confesar mi absoluta frustración a la hora de encontrar acomodo político.
Como hace mucho tiempo que escribí las razones fundamentales por la que era, y soy, de izquierdas; como a lo largo de estas entradas se ha puesto de manifiesto mi absoluto y frontal rechazo al neoconservadurismo que nos azota y que quiere entregar el gobierno de los pueblos y las naciones a la insaciable –y siempre delictiva- práctica del libre mercado, o lo que es lo mismo; quiere que los peores motores de la conducta humana, la avaricia, la ambición y el ansia de poder, campen a sus anchas sin leyes ni reglas que respetar; debería ser hora de que manifestara mi adscripción a un determinado partido y que mis escasos seguidores de derechas, se quedaran tranquilos.
Pues va a ser que no, que no voy a alistarme bajo ninguna bandera distinta a la genérica de ser de izquierdas y muy internacionalista, primer intento de globalizar valores y buenas prácticas sociales que acabó como acabó. Lo primero que ya he manifestado es mi envidia por los ciudadanos europeos y sus partidos, desde la lejanía, infinitamente más “profesionales”
En este país, los partidos, todos, han perdido de vista la verdadera razón de su existencia y del sistema democrático, entregándose a la corrupción en cuanto el ejercicio del poder se lo ha facilitado. Y que no me vengan con que unos si y otros no, que el PSOE tuvo su némesis con Filesa y lo del caso Gürtel pinta muy curioso. Y en medio, los esteponas, Giles y giles de Marbella y todos los casos que se quieran, que la lista sería interminable.
La izquierda española se ha quedado encallada a medio camino entre Izquierda Unida, coherente en el discurso hasta el máximo y sin conexión con la realidad y el posibilismo buenista que tampoco aporta nada. Para hacer justicia social y generar oportunidades hay que cuidar la fuente del dinero, que ya hemos visto lo que pasa cuando se cambian los términos, que la historia enseña mucho. Hace tiempo que vengo reivindicando unos modelos político de izquierdas y de derechas que se ajusten a la realidad actual, que lo único que nos han impuesto los tiburones y los neocons es el todo vale y a forrarse a corto plazo, pero de hacer sociedad, gaitas. No creo que el discurso de un Henry Ford al respecto fuera ni un pelo más comedido del mío y me juego la barba a que no me equivoco.
Necesitamos un modelo que equilibre la necesaria justa riqueza del individuo con una sociedad que forme bien a sus ciudadanos, que otorgue oportunidades y que vele para que las conductas empresariales y financieras se desarrollen en un marco de absoluta fiabilidad y legalidad; sin engaños, sin abusos de poder y con agilidad pero con control. Necesitamos que las empresas se den cuenta de que su actividad es posible gracias a se forman y viven en un marco de desarrollo determinado, que es posible gracias a que los beneficios han circulado y generado infraestructuras, colegios, hospitales, universidades y un colectivo ciudadano capaz de trabajar con eficacia en las mismas empresas que financiaron parte de su formación y bienestar.
Hay que buscar ese capitalismo social o social capitalismo que vele por el estado del bienestar frente al modelo esclavista, corrupto y podrido con el que Oriente nos amenaza de forma más inminente cada día. Lo malo de ese viento del este es que es muy bien recibido por los mismos que, desde dentro del sistema occidental, lo quieren dinamitar y adoptar las mismas prácticas inmorales de un gobierno, en teoría comunista, que se ha encargado de potenciar, al máximo, los peores vicios de un capitalismo corrupto y mafioso. ¿Es ese el modelo a seguir? Conmigo que no cuenten. ¿Es Cuba? Tampoco cuenten, gracias, que aquí enseguida te meten en un lado si no te gusta el otro. ¿Los verdes? Deben abandonar la tiranía del no para ofrecer un modelo que sea viable y que permita un desarrollo adecuado, algo que no han conseguido.
Mi acomodo es complicado y más desde mi absoluta falta de ganas de entregarme al corporativismo ciego sin crítica posible. Soy de izquierdas y quiero mantener mi criterio, mi independencia y mi escasa capacidad de análisis, para juzgar la realidad según mis propios datos y poder aplaudir, o criticar, a quien sea sin mirar de qué lado viene lo que me parece adecuado.
Como ejemplo, que hay que dar facilidades a la crítica, todavía creo que la socialdemocracia sueca de las décadas de oro, es un modelo por el que vale la pena luchar, con ajustes si se quiere, pero no estaba nada, pero que nada, mal.

martes, 1 de junio de 2010

Absurdos

¡PAZ, COÑO!

Aprovecho la espera en la cola de un organismo oficial para escribir sobre dos acontecimientos recientes que comparten el absurdo de su violencia, origen y futuro. Por ir de menos a más, voy de la crueldad de Alhauin el Grande, provincia de Málaga, hasta la intervención israelí en aguas internacionales asaltando barcos de bandera turca.
Las imágenes del primer hecho hablan por si solas y desmontan cualquier argumento favorable y es ahora, cuando más fácil sería hacer sangre, cuando hay que pelear por lo posible, por lo práctico y por lo racional. ¿Qué pasaría si los antitaurinos cediéramos la mayor, las corridas serias reglamentadas y enormemente aburridas, a cambio de que se erradiquen, de una vez por todas, todos esos aquelarres de crueldad absurda, injustificada y punible? No conozco a un solo aficionado a los toros que ayer no tuviera ganas de emprenderla a mamporros con esos bestias salvajes y borrachos que se ensañaron con las pobras vaquillas; ni uno sólo de los verdaderos aficionados tolera semejante conducta con el toro, al que –una muestra más de lo irracional que domina el mundo de la tauromaquia – adoran, quieren, muchos veneran y, desde luego, todos respetan en su dignidad de animal bravo, peligroso y al que hay que tratar con la misma nobleza en la pelea que él emplea en el ruedo.
Dicen que hay detenidos y desde aquí deseo fervientemente que les caiga encima todo –y si puede ser un poco más –el peso de la ley. Espero una condena ejemplar, que el Ayuntamiento destierre la fiesta con vaquillas in aeternum y que el juez, por una vez, entienda que esas pobres vacas deberían ser el principio de un cambio en las sentencias sobre crueldad animal. En España sale demasiado barato hacer salchichas a un pobre bicho y a veces, incluso está mal visto denunciar al que ejecuta esos actos de barbarie.
Eso sobre las vaquillas, pero resumir en pocas líneas todo lo que implica el acto perpetrado por Israel la pasada noche va a ser poco menos que imposible, de forma que habrá que contentarse con los titulares más obvios. Lo primero que habría que condenar es la aplicación de la teoría de la defensa futurible. Es decir, como me imagino que me van a atacar, ataco. Que se tengan pruebas, que la sospecha sea real o que la cosa sea más o menos descabellada, es lo de menos. Lo más importante es que cambio la percepción general y convierto una agresión descarada en una acción defensiva. Señores: no cuela. Israel es culpable de un claro acto de agresión. Primer titular.
Segundo titular: nuestros soldados respondieron a una agresión. ¿Es que los soldados esperaban asaltar los barcos y recibir flores y café caliente de desayuno? Seamos serios: los que se defienden de un abordaje, no agreden: pelean por su libertad, que no hay mucho más que añadir. Por otra parte, el que diseña el operativo no se ha comido mucho el coco: en lugar de usar la fuerza de barco contra barco; ir subiendo el tono de la acción, no: a por uvas desde el minuto uno. Asaltamos desde los helicópteros. Al que ha diseñado la acción habría que mandarlo al ostracismo, que no se puede ser más malo.
Tercero: la Otan reclama la liberación inmediata de los prisioneros. Israel tenía que haber pensado que el barco pertenece a una nación que es miembro de la Otan y además, miembro importantísimo, pues constituye la primera línea del frente de defensa: tanto del original, contra Rusia, como del moderno, Irán e Irak.
Por si alguien duda, no salvo por completo a ninguno de los estados en conflicto, aunque me inclino un poco por el pueblo Judío a pesar de que sus gobiernos hagan demasiado el bestia, pero esto tiene que acabar. No podemos seguir en este estado de cosas como si fueran normales. La zona de Palestina, Oriente Medio o como se quiera llamar lleva siglos de sangre encima y hay que FORZAR una solución que evite la eterna condena de generaciones enteras sometidas al odio, la guerra, la pobreza, el miedo y la venganza. Israel tiene que ser generosa y los palestinos conscientes de que jamás, reitero, jamás, conseguirán nada por la fuerza; sólo su destrucción y sufrimiento.
Al final, dos hechos aislados que dan la razón a los pesimistas que sostienen que lo mejor que podría hacer el hombre es autodestruirse, pues la humanidad, como especie, como género, no tiene más futuro que el triunfo de lo peor de sus instintos, nunca de los valores de justicia, equidad, compasión, solidaridad y generosidad. Pena da que vayan a tener razón, pero tiene toda la pinta.