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martes, 19 de abril de 2011

Colaboracionismo

No sólo es tradición al margen de la religión: es puro colaboracionismo con la Iglesia que los usa para mantener sus posiciones.
Tan simple como eso, así que nadie me venga con monsergas: nada es gratis y menos si la Iglesia está por medio...
Ante las críticas recibidas por mi elogio de la maldad y mi disfrute de la lluvia en estos días, copio lo que un periodista de La Razón escribe sobre las manifestaciones religiosas de la Semana Santa en España:
Lo cierto es que, más que un bien con titularidad, la Semana Santa se revela como seña de identidad de un pueblo, de un país. Basta echar un vistazo al mundo de las cofradías y hermandades en nuestro país, que superan las 7.000, según datos de la Conferencia Episcopal, y que se erigen como uno de los movimientos asociativos con más presencia de toda España, por encima incluso de los partidos políticos y los clubes de fútbol. Se calcula que actualmente hay más de un millón de cofrades en toda España que están al corriente del pago de sus cuotas –la media es de unos 150 euros anuales contando con el hábito procesional–, que salen a la calle a lo largo de estos días para expresar su fe a través de los pasos a los que acompaña –ya sea como costaleros, nazarenos o penitentes–, y que deciden «mojarse» con su tiempo y su aportación económica en esta expresión de fervor popular. Eso, sin contar con todos aquellos que acuden como espectadores a una procesión y ven despertar su fe, afianzan su devoción o expresan una oración a pesar de no acudir a misa ante el arte de las tallas, el sacrificio de los costaleros, la devoción de los nazarenos o el olor del incienso.
Como puede comprobarse, no habla, para nada, de tradición, de oficios antiguos, de participación al margen de la Iglesia. Lo que este señor nos cuenta va dirigido a que nadie se olvide de dotar convenientemente los epígrafes ocupados por la Iglesia en los presupuestos generales del Estado, pura y simplemente.
Hoy, cuando el supremo le ha dado la razón a una profesora de religión despedida por ejercer su libertad en un acto privado, todas esas procesiones y actos en los que la Iglesia se coloca en el centro del universo acabarán convertidas en munición dirigida contra el deseado (por mi, evidentemente) laicismo del estado; acabarán siendo un instrumento más en manos de una institución que actúa según criterios sectarios, que oculta y protege delincuentes dándoles pasaportes de El Vaticano cuando su pedofilia o actuaciones delictivas en el ámbito de la banca, consiguen que las policías del mundo se pongan tras sus huellas.
Lo siento, pero cada vez tengo más claro que ese “dejarse llevar” sin pensar en sus consecuencias no es sino un acto de puro y simple colaboracionismo con la iglesia. Luego que no me vengan contando monsergas: si no crees, no participes y si participas, se consecuente. Sencillo, ¿no? Pues eso, que el año que viene me encontraréis practicando la danza de la lluvia para que el agua bendiga los campos de domingo a domingo. Y si esa bendición es especialmente generosa y lava a conciencia las ciudades, mejor que mejor.

1 comentario:

  1. La Fé es es un sentimiento individual Las tradiciones son muestras de fervor pagano o religioso.
    Jesucristo nos enseñó la verdad y la razón de una vida de entrega compartida pero no fundó la Iglesiaque conocemos hoy. Yo me quedo con sus enseñanzas.

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