Un negocio parasita el negocio de otros.
¿Tiene sentido?
Las radios en guerra con los clubs de fútbol por un quítame allá unos millones y el país tiembla de miedo. ¿Nos quedaremos sin esas miles de horas de tedio insufrible en las que escuchar gritos, arrebatos, insultos y publicidad; miles de horas de publicidad?
La clave del asunto, según mi leal saber y entender, radica en la costumbre establecida, esa por la cual unos lo ponían todo y otros se aprovechaban de lo que los primeros hacían. Los clubes de fútbol, además de ser una vergüenza y un nido de las peores corruptelas, chorizos de toda laya y condición y mala gestión, han montado un negocio y quieren participar de los ingresos que ese negocio genera.
Las radios, que gracias la fútbol ingresan muchos millones de euros y cuyo presupuesto depende, en gran medida, de lo que pasa en fútbol, quiere seguir haciendo su camino y su negocio sin soltar un sólo euro. Mucho morro, me parece a mi eso y me explico.
El derecho ala información no lo niega nadie, y me imagino que ningún club pondría pegas a una información del estilo “desde el Bernabéu, Real Madrid cero, lo que sea cero”. Eso es informar, lo otro, lo que ahora hacen, es recrearse en la suerte.
Las televisiones que quieren dar los partidos pagan un dineral; las otras, conectan al borde del campo sin dar imágenes del partido y dan el resultado. Lo normal. ¿Y por qué las radios no deben pagar? Misterio y mucha costumbre, pero me parece normal que eso se termine.
Las televisiones que quieren dar los partidos pagan un dineral; las otras, conectan al borde del campo sin dar imágenes del partido y dan el resultado. Lo normal. ¿Y por qué las radios no deben pagar? Misterio y mucha costumbre, pero me parece normal que eso se termine.
Los domingos por la tarde serán distintos, es posible que las cosas vuelvan a su medida normal y los que queramos vivir sin saber que ha pasado en un Barcelona Real Madrid, quizá lo consigamos. ¿A que sería estupendo?
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