Bienvenido a mi blog.

Por favor, participa, deja tu comentario y marca si te ha gustado o no.
Muchas gracias por tu tiempo y tu atención.

sábado, 24 de diciembre de 2011

¿De qué se ríen las gaviotas?

Las gaviotas de Madrid conocían el secreto. Cabronas.

El paso de Alberto Ruiz Gallardón por el Ayuntamiento de Madrid iba camino de ser recordado por esas eternas obras de la M-30; por los sueños olímpicos convertidos en abandono de instalaciones infrautilizadas o por el resumen económico de todo esa gestión opinable pero refrendada por los madrileños, no lo olvidemos: mayoría absoluta y partido ganado por goleada, así que...urnas mandan y a callar.
Alberto Ruiz Gallardón ha debido estar riéndose de todos nosotros como un loco desde hace meses, mejor dicho, desde hace años: desde que un pacto, hecho desde las cercanías de las tinieblas de afuera con las que le amenazaba el núcleo duro de Esperanza Aguirre, le devolvió a la vida política a cambio de su alma. Tu bendición a cambio de que colocar a tu chica, así que Aznar bendijo y Rajoy puso la firma.
Gallardón ha mentido como un bellaco, pero eso no tiene remedio. Por mucho que los diarios y los medios recuerden sus juramentos de permanecer como Alcalde los cuatro años votados, ahora puede marcharse a más altos destinos y dejar a Madrid en manos de una incompetente descerebrada cuya tendencia natural le lleva a entender a la sociedad de una forma espeluznante.
Ana Botella es un insulto completo cuya vida política es un peligro argumental que favorece a aquellos que intentan convencernos de quela democracia es perversa porque facilita hechos como este que ahora comentamos.  Su elección será legal, estará tres años y medio al frente del Ayuntamiento de Madrid para escarnio de la historia y para vergüenza de los madrileños. Una vez más, se demuestra que legalidad y ética política pueden discurrir en universos paralelos.
Ana Botella se reúne en la ignominia con Esperanza Aguirre aferrada al poder y bendecida por los votos tras alcanzar la cumbre a costa de una abyecta compra de tránsfugas. No puedo hacer nada, sólo puedo molestar desde este blog y conformarme con ese recurso a la pataleta electrónica y eso haré: Delenda est Ana Botella. Quosque tandem Botella abutere patientia nostra. Vale, es un plagio de cicerón, pero...acostumbraros, que lo vais a leer mucho en este blog.
Ya sabemos de que se ríen las gaviotas de Madrid.

No hay comentarios:

Publicar un comentario