Un caliz por aquí, una estola por allá...dios los cría y Rajoy los vuelve a juntar.
Y es que lo suyo es tan bonito...
Dicen las malas lenguas que Paco Camps acabará de embajador en El Vaticano y que así se acabará con su molesta presencia en el mentidero patrio. Me parece bien; me parece adecuado y especialmente, me parece armónico con la personalidad tanto del visitante como del visitado.
¿Qué mejor destino que Roma para alguien entregado a esos amores espirituales que aseguraban a su amigo que "lo nuestro es tan bonito"? Ningún lugar mejor para subliminar pasiones que las recoletas calles de la ciudad eterna, esas que tanto vicio han visto y que tanta gloria a Dios han sabido levantar sobre tan terrenales cimientos.
Paco Camps enseñará a los Cardenales a ser inflexibles con las debilidades humanas y con la corrupción que tan estrecho cerco pone a sus sagrados muros: ni un paso atrás. ¿Que los descreídos hablan de pederastia, intereses financieros y liberalidades a la hora de elegir los vestidos adecuados a la pompa del Santo padre? Camps les enseñará cómo dar instrucciones al sastre para que la sisa no tire e indicar, con decoro, hacia qué lado "carga" cada prelado mientras mira hacia otro lado cuando le hablen de rumores infundados.
Si con el nombramiento Rajoy pretende mandar a cada oveja con su mejor pareja, desde luego no podría haber tenido mejor ocurrencia que la elevación de Camps a los eternos altares que venera y cuida la Puta de Babilonia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario