Verde Mayo

Campea Mayo amoroso
y el amor ronda majadas,
ronda establos y pastores,
ronda puertas, ronda camas,
ronda mozas en el baile
y en aire ronda faldas...

Amanece un día de Mayo con el sol recordando nuestra verdadera e impotente condición frente al poder de lo normal, por mucho que la política reclame atención y quiera ocupar un centro que no le corresponde. Se levanta el sol de Mayo para recordarnos que las praderas alpinas reverdecen y los regatos corren claros por su centro, que la vida sigue y la naturaleza no se acuerda de nuestros problemas y las estaciones se suceden como siempre.

Se levanta el sol de Mayo para dejar ver cascadas en la umbría rodeadas de musgos y de vida, que nada cambia y si cambia, a la tierra le es igual y acabará por imponer la implacable ley del largo tiempo, ese en el que la vida y la historia del hombre es apenas un suspiro.

Se consagra la primavera para dar paso al esperado verano, con sus lunas y sus noches de grillos acompañando amores y romances grandes y pequeños. Llega el tiempo de dejarse acariciar por el calor suave antes de tener que protegerse; llega el tiempo de pasear oliendo el campo en todo su esplendor de tomillos, cantuesos y jaras.

Hoy ha explotado la tardía primavera sobre una ciudad asediada y tomada por la bruma de un pesimismo de plomo, pero que desea el sol de hoy con toda su fuerza. Atrás dejamos un mes de abril de aguas y fríos soportados con paciencia gracias a que todos sabemos que aunque molesta, el agua es necesaria y el invierno ha sido malo y seco.

Revienta Mayo y este fin de semana toca asadito tranquilo tras una buena caminata que recorra los cercanos caminos atesorando verdes distintos y olores que el verano se encargará de aplastar.

Por fin llega el verde Mayo.