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viernes, 10 de agosto de 2012

Los dueños de la cosa


A propósito de la entrada de ayer, mi sobrino me llama al orden y me hace ver matices sobre lo escrito por mí y además, me  señala una cuestión importante que tiene mucho que ver con algo que hace años vengo observando y que constituye un problema de proporciones considerables. Con el fin de ser exacto, reproduzco textualmente el párrafo en cuestión: "así que mientras nos despojamos de nuestras ropas nos damos cuenta que los bancos no pertenecen a señores de puro y chistera sino a millones de ahorradores que como tú y como yo tienen algún depósito, y por eso no se pueden dejar caer, porque si caen, caemos todos".
Y la cosa es que, en teoría tiene razón y yo añado que ojalá los bancos y las grandes corporaciones pertenecieran a esos estereotipados jerarcas de puro y chistera, que mejor nos iría la cosa. ¿Por? Muy sencillo: esos señores cuidaban de SU propiedad, de su negocio y de sus intereses, mientras que los modernos gestores de las grandes empresas, bancos incluidos, utilizan estas empresas en su propio beneficio para especular en el corto plazo y sacar el máximo beneficio gracias a una cotización bursátil que premia esos comportamientos. La gran estafa bancaria sobre la que se asienta esta crisis lo demuestra y lo mismo podemos encontrar en muchos otros ejemplos, Enron incluido, del fraudulento uso del dinero de los accionistas para ponerse morados.
Es necesario un control riguroso y feroz sobre el ejercicio del poder, tanto del poder político como del poder financiero en manos de las grandes corporaciones, pues de lo contrario, los verdaderos amos del cotarro seguirán siendo aquellos que consiguen dirigirlas para su propio beneficio y no para el beneficio de los dueños. 
Y como final: bien administrado, hay dinero para mucho y muy buen estado de bienestar, pero hay que aplicar la misma regla: el dinero público debe retornar a los ciudadanos con el máximo rendimiento, no cercenado por una gestión política absurda y enormemente cara. 
Un placer disentir, de verdad.  

1 comentario:

  1. Posiblemente la entrada más acertada en la historia de este blog !
    Vuelvo a recordarte mi recomendación de lectura de No solo se indignen: Propuestas para un Estado de bienestar sostenible de Josep Prats (por €12 en Amazon). Te evitará más de una noche de insomnio marcando el paso de los cambios necesarios para enmendar esta crisis con absoluta clarividencia de acciones y cifras para que no se vuelva a repetir.

    Lo bueno es que esto tiene solución. . . lo preocupante a largo plazo es la falta de competitividad de la economía española, la dificultad que va a tener en asumir la inteligencia artificial que se impondrá en el mundo laboral, y la dependencia absoluta del español al embutido ibérico. Un problema de lujo en cualquier caso si se mira con perspectiva de abeja.

    Buen finde. F

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