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sábado, 29 de diciembre de 2012

El alma de Rea: la revolución imprescindible



La revolución necesaria

Muere en Nueva Delhi una joven estudiante de 23 años violada en grupo y arrojada desde un autobús en marcha. Las autoridades piden calma en los actos de su entierro y la humanidad debería clamar por una revolución cada día más imprescindible: la revolución de la mujer. No se trata de feminismo de salón y de discusiones de cafetería, se trata, pura, simple y sencillamente, de supervivencia.
La mitad de las mujeres de este perro mundo son esclavas del macho en su estado más asquerosamente vesánico, inculto y despiadado. Bestias de carga en algunos países o esclavas sexuales en otros, la mujer no deja su condición de inferioridad lastrada por las tradiciones, la religión o la economía, pero ella siempre sufre la peor parte.
No podemos consentir el mantenimiento de esta situación, debemos poner en marcha un enorme e inmediato proceso de cambio social global, universal e imparable. Occidente debe cerrar todo tipo de ayuda, colaboración o complicidad con países que consientan, de hecho o de derecho, este tipo de injusticias. Los gobiernos callan y consienten mientras miles de mujeres son torturadas, vejadas, humilladas y asesinadas por el mantenimiento de tradiciones que ni siquiera tienen su origen en la religión sino en la crueldad. Crímenes por “honor”, por venganza de familia, por eludir matrimonios impuestos, por ...ser mujer.
La humanidad navega sin rumbo camino del desastre global, pero las mujeres todavía pueden cambiar las cosas y consytruir un mejor destino, la experiencia lo demuestra: allí donde las ayudas llegan a la mujer, la sociedad evoluciona en paz, en armonía y sin conflictos de armas que la naturaleza rechaza.
Hay que ayudar a la mujer y poner en marcha una revolución completa en inmediata que se lleve por delante, como una marea inmensa de limpia purificación, toda esa absurda crueldad que nos amenaza a todos. Necesitamos esa revolución y no será posible mientras sigamos siendo cómplices de religiones y gobiernos cuya vocación de crueldad es la misma de aquellos que ejecutan las vergonzosas acciones que el poder ampara. Así de simple.

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