Con este lastre, Madrid se hunde en la desgracia
Estos días Madrid recibe a la delegación del CIO que tiene que evaluar a las ciudades candidatas para el 2020 y Madrid, ella solita, hace lo posible y lo imposible para dejar en ridículo a los madrileños.
Leo que ayer no funcionaban las conexiones WIFI por problemas de bloqueos e interferencias de seguridad creando el primer momento de contento y satisfacción entre los visitantes.
Pero eso era sólo el principio: hoy hemos podido escuchar, en pleno estado de shock, a Ana Botella perpetrando la lectura de una extraña lengua ininteligible para los oyentes. Luego nos han explicado que era inglés, pero puedo asegurar que eso no era nada parecido al inglés.
¿Qué le pasa a esta familia con ese idioma? Tras el “estamos trabajando en ello” y las sobradas intervenciones de Jose María Aznar, ahora su mujer arruina cualquier posibilidad de que los delegado se olviden de tamaño despropósito.
España tiene un verdadero problema con los idiomas de sus políticos, pero tiene un problema mayor con la desvergüenza con la que lucen y exhiben sus carencias.
Un digno “welcome” imposible de destrozar hubiera bastado para no molestar, no hacer el ridículo y dejar a Madrid en una situación más digna de la que ahora disfruta.
Delenda est Botella.
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