Conocida la sentencia de Fabra y vistos los resultados del despliegue de Marbella, la conclusión es que, en este país, la cosa de los juicios sale baratillo Vamos, que las rondas son asequibles. Lo curioso de lo que hoy conocemos es que, entre el pago a Hacienda y la multa, la cosa se le ha puesto al ínclito por la módica cantidad de casi 1.400.000 pichurris, eso si: sin cohechos y sin tráfico de influencias. ¿Alguien me puede explicar de donde puede salir ese pastizal manejando una simple nómina? Añadan los lectores otro medio millón de multa a la ex y la cosa le ha salido, al ex matrimonio por la módica cantidad de casi dos milloncejos, los mismos que cualquiera tiene sueltos sin darle mayor importancia.
Lo de este país va camino del desastre más absoluto y los ciudadanos acabaremos dejando la toma de la Bastilla como una simple celebración de cumpleaños un poco pasadilla. Tenemos la clase política y administartivo-judicial mas deleznable del continente - vamos camino de la competencia con África y Asia, pero nos queda poco - mientras que los ciudadanos seguimos mesándonos los cabellos sin comprender cómo es posible que no pasa nada.
Hacienda no nos explica el cese de una inspectora por el caso de una inspección ajustada a una gran empresa y allí debe estar ardiendo Troya mientras el tufo que nos llega no puede ser más apestoso.
El cambalache del siglo XX ha crecido hasta convertirse en el despelote del XXI sin que haya nadie que parezca medianamente capaz de meter la cosa en orden. No pasa nunca nada y todo sale barato así que hoy se acabaron las miserias y la próxima ronda es mía, no faltaba más.
¡Hay que joderse!
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