Bienvenido a mi blog.

Por favor, participa, deja tu comentario y marca si te ha gustado o no.
Muchas gracias por tu tiempo y tu atención.

sábado, 28 de diciembre de 2013

EL PASTOR


Imagen de la modernidad eclesial impulsada por Rouco

El obispo Casimiro López, encargado de la diócesis de Castellón-Segorbe, se ha echado al monte crecido por las buenas noticias que le llegan del Ministerio de Justicia y pide más, que nunca hay que abandonar la lucha que obliga a mantener el rebaño en perfecto estado de revista y sin manzanas podridas. Hoy le ha tocado a los homosexuales, indignos y depravados padres causantes de los peores traumas y desórdenes en sus hijos trabajando al alimón con esa ley de matrimonio, esa que convierte el orden natural del sexo en un cajón de sastre lleno de las más diversas desviaciones y degeneraciones.
La verdad: me tienen hasta los pelos estos apocalípticos pastores cuya única ficción se basa en recomendar sumisión a las mujeres y resignación a los que son bendecidos con hijos deformes cuya vida es un catálogo de dolor, sufrimiento y animalidad mientras ellos se niegan a ver el amor, el cariño y la dedicación allí donde se encuentre; en esos que se niegan a comprender que lo que un niño necesita es un ambiente estable en el que desarrollar plenamente su personalidad y todo su potencial y que el resto le importa, más o menos, un carajo a la vela. Para este energúmeno es preferible que un niño crezca en el seno un matrimonio indisoluble en el que la mujer se supedita a un segundo plano y a sufrir los malos tratos de un macho seguro de su mejor destino ante la iglesia a que se desarrolle en un hogar parental homosexual lleno de amor, cariño, estabilidad y respeto. Si señor, con dos cojones, que ya está bien de medias tintas.
Ahora, justo cuando el papa trata de que la Iglesia acoja, comprenda, apoye y ayude al ser humano sin excluirle, sin señalar con el dedo y tratando de comprender sin juzgar aquello que no debe ser juzgado, la Iglesia española llama a filas a sus mejores energúmenos para que llenen de hogueras el suelo patrio, último reducto de la verdadera esencia excluyente que tantos siglos de gloria y guerras religiosas nos ha proporcionado. Derrotadas las tesis de Rouco, sus más fieles e intransigentes peones se disponen para la última batalla y se reivindican como depositarios de las esencias más veraces. Portadores de la espada flamígera y justiciera, tratan de fustigar al rebaño para que sólo dios reconozca a los suyos, que ellos sólo reconocen una forma de entender la religiosidad: a través del odio, la exclusión y el castigo, que lo demás son mariconadas de franciscanos que nunca debieron consentirse. Aquí lo  que hay que hacer es aplicar a rajatabla el Martillo de Herejes, vestir el hábito de los inquisidores dominicos y calentar las plazas con las hogueras de los autos de fe, verdadera expresión de la espiritualidad española, la de verdad, la de toda la vida.
Vayan ustedes al carajo, con todo respeto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario