Vivimos bajo los furibundos ataques de la religión, que nadie se confunda de víctima: somos nosotros.
Llevo unos meses leyendo titulares sobre los supuestos ataques que sufre la Iglesia Católica -Cristianofobia le llaman - en España y en Europa y mi postura respecto al hecho religioso no hace más que reforzarse. La sociedad civil, los laicos, los ciudadanos, tenemos derecho a que ninguna religión interfiera en nuestras vidas y ese derecho se ve violentado de forma continua. No es Cristianofobia o Islamofobia o lo que se quiera, no: es que la sociedad empieza a manifestarse como nunca antes lo ha podido hacer y las religiones no entienden una sociedad civil plenamente libre frente al absurdo hecho de la religión.
Si alguien tiene dudas sobre la realidad que acabo de comentar, le recomiendo que se haga seguidor de https://www.facebook.com/RichardDawkinsFoundation y podrá comprobar hasta qué punto la religión vuelve a ser un problema a la hora de acercarse al conocimiento. La noticia que se difundía ayer nos habla de que cuatro estados, Missouri, Oklahoma, Virginia y Dakota del Sur legislan para que la enseñanza de la evolución sea considerada "adoctrinamiento" y obligan a presentar, en plano de igualdad, ese engendro inasumible del "diseño inteligente", último refugio de la intransigencia religiosa que trata de imponer el creacionismo como única verdad en las escuelas de todo Estados Unidos.
Eso si es un ataque en toda regla a la razón, una vuelta al oscurantismo medieval y un anuncio de lo que "una nación bajo dios" puede llegar a plantear como objetivo: el retorno de las persecuciones religiosas y la quema de ateos y herejes.
¿Os parece suficiente ataque? Pues acordados siempre que vivimos la influencia de una marea que, lejos de retirarse, viene crecida y clamando por las hogueras perdidas. Mucho ojo con las tonterías.
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