LA INVASIÓN DE LOS MEAPILAS

Más meritoria la condecoración policial a Mortadelo y Filemón que la de la virgen, ¡dónde va a parar!

España, país teóricamente aconfesional, parece entregado a las extemporáneas demostraciones de fetichismo ancestral y consagración del cristianismo como la única, la mejor y lo que es mucho peor, la obligatoria. Encabezando la manifestación nos encontramos a Ana Botella y a Fátima Báñez que, en vista de su reconocida incompetencia, deciden pasarle el marrón al Cristo de Medinaceli, una y a la Virgen del Rocío la ministra del ramo. Con dos cojones, si señor.

En el lado militante, tenemos al Ministro del Interior poniéndole la medalla del mérito policial a no se que Virgen que uno, en su herejía, ya se ha perdido con tanta célibe. Como es normal, una interpelación parlamentaria pregunta al ministro por los méritos de la tal y de paso, podría preguntar también por su dirección postal, que así nos enterábamos todos de su residencia, que ya está bien de aparecidos y juramentadas pertenencias. Este país ya tiene más vírgenes que parados, que ya es decir.

No contento con la medallita, también quiere cambiar el himno de la policía por el apostólico y romano de "La muerte no es el final", loa sangrienta de resurrección de camaradas y esas cosas.

La reacción se nos viene crecida y dispuesta a todo sin barrera alguna, que esto es terreno conquistado y tierra baldía  para la protesta.

Personalmente me siento agredido y no tanto por la religiosidad sino por la demostración de estupidez, intransigencia, superstición e incompetencia que tales actos desvelan. Los gestores de la cosa pública que se dediquen  a currar mucho más y mucho mejor y dejen las cosas del oscurantismo medieval para el Excmo. Sr. Obispo de Alcalá, Reig-Plá que se basta y se sobra para mezclar a Franco con dios, la virgen y los guerrilleros de Cristo rey y demás fascistas emboscados, aguilucho incluido en los altares.

Puestos a hacer tonterías, propongo una buena fiesta orgiástica en honor a Dionisos-Baco que, francamente, sería mucho más divertida y participativa.