Bienvenido a mi blog.

Por favor, participa, deja tu comentario y marca si te ha gustado o no.
Muchas gracias por tu tiempo y tu atención.

domingo, 2 de marzo de 2014

UNA GUITARRA SUENA





Guitarra del Mesón que hoy suenas jota,
mañana petenera,
según quién llega y tañe,
las empolvadas cuerdas.

Los elegidos del arte son escasos y se mueven allí donde el resto de los mortales no podemos respirar. Incluso, a veces, ese aire de la genialidad se vuelve tóxico para ellos mismos y acaban por arrasar sus propias vidas en el vértigo de lo sublime y caen, derrotados y consumidos, bajo el influjo de una vida apresurada en tragos rápidos y largos que hace que se vayan pronto, cansados y rotos, sin entender del todo la frustración de su propia sensibilidad.
Paco de Lucía no era uno de esos, era un genio estable que dedicó su vida musical a complacer la necesidad de expresar una muscalidad y una técnica imposibles de repetir. Amigo de un genio furioso, arrebatado y especial como Camarón, su música nos ha llegado a todos sin excepción. El flamenco puro y “jondo” cantado y sentido no es para todos -yo me confieso ajeno a él y lo miro desde la misma distancia que lo puede mirar un sueco - pero la música de Paco de Lucía si lo es, llega sin fronteras y admira por igual a todos. Prueba de ello es su universalidad y su facilidad para compartirse en grupos en festivales de jazz y de cualquier tipo de música, pues eso es lo que él hacía: música.
Una guitarra que suena siempre nos mueve, siempre nos pide atención y mirar un poco hacia dentro, hacia donde habitan nuestras vivencias y nuestros deseos, miedos, defectos y virtudes. Guitarra y fuego son vehículos de introspección y de soledad acompañada. Guitarra y fuego nos llevan hacia atrás, hacia un remoto pasado en el que el hombre se reconocía hombre dominando a la noche y generando la magia de unos sonidos que le hacían soñar en lo que no podía verse.

Hemos perdido un genio y el fuego se queda un poco menos luminoso, un poco menos vivo, mas brasa y más rescoldo para que, al oir nuevamente una guitarra, nos acordemos de que hubo un espacio, mágico y efímero, que surgía entre dos aguas que todos llevamos dentro: la vida y la muerte hermanadas en un sonido que alguien inventa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario