Europa cabalga em tigre del odio;los demagogos se apoyan en la crisis para buscar "otros", para buscar a los distintos para hacerles culpables de lo que pasa, sea lo que sea. El odio anida en nuestras vísceras y convierte a Europa, una vez más, en el campo de batalla en el que los hermanos luchan contra los hermanos.
Hoy han sido tres los asesinados en el museo de Bruselas, tres ciudadanos, tres seres humanos sin culpa ninguna; estaban allí desde su vida y su trabajo les había llevado para encontrarse con un asesino demente y enloquecido ciego de odio y de sinrazón.
Estamos en peligro, un peligro mucha mayor de lo que muchos suponen y nuestra historia llama a la puerta con ganas de repetirse. Como Kennedy en su famoso discurso en Berlín, hoy, yo también soy judío.
Que no triunfe el odio, no nos lo podemos permitir otra vez.
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